Descripcion: Han sido tantos y tan comunes los problemas de conducta que han puesto a Justin Bieber en el ojo del huracán que ya se perdió la cuenta. En todo el 2014 el cantante pisó juzgados y cárceles por su reprobable comportamiento convirtiéndolo en el nuevo juguete roto de la música. Su imagen se deterioró a tal grado que no parece más un ejemplo de juventud, sino un ejemplo de delincuencia juvenil. Sus escándalos, sin embargo, al parecer le fueron más rentables que denigrantes, ubicándolo como el joven menor a 30 años con más ganancias durante el 2014, lo que muestra que, a pesar de que su imagen artística ha pasado más tiempo en demandas que arriba del escenario, el escándalo vende y eleva más que todo.